Mauricio lo tiene todo para ser feliz: una esposa muy bonita, Helena, y muy rica, que a la menor petición, responde con entusiasmo a todos sus deseos eróticos. La vida va bien, tranquila y pacífica. Y entonces llega la desgracia sobre él. Helena muere con el coche y todo lo verá negro. La fortuna de su mujer desaparece a manos de su suegro, Mauricio pronto se encuentra vagabundo, reducido a buscar comida en botes de basura y durmiendo en la calle. Pero la noche del 24 de Diciembre, Helena se le aparece con un manto rojo de Santa Claus. A este amor tan tórrido asisten sus amigos y conocidos, tiene la intención de mostrarle que la vida continúa…